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¿Has escuchado los términos “tanque húmedo” y “tanque seco?

El “tanque seco” es el tanque de almacenamiento comúnmente utilizado en sistemas de aire comprimido después del secador y filtración. El “tanque húmedo” no tan comúnmente utilizado es un almacenamiento colocado antes del secador y filtros que tiene como objetivo retener una parte de la humedad del aire comprimido al actuar como un intercambiador de calor.

¿Se debería tener un tanque húmedo y seco en un sistema de aire comprimido?

Utilizar ambos es lo más indicado y a continuación voy a explicar por qué.

Tener un almacenamiento de aire comprimido adecuado es importante – ya sea en compresores de tornillo o pistón – para reducir ciclos cortos de compresión. Como se ha mencionado en artículos previos, entre más almacenamiento de aire comprimido se tenga, los compresores operan con eficiencia y también los equipos aumentan su ciclo de vida. Sin embargo, cuando entra en la ecuación tanto un tanque húmedo y un tanque seco surge la típica pregunta: Dónde se debe de colocar cada tanque de almacenamiento.

Colocar el tanque húmedo justo después de la descarga del compresor es un excelente lugar para que el aire comprimido se enfríe inicialmente, además este punto es un lugar de baja velocidad para que los condensados y contaminantes que trae el aire sean separados y expulsados por medio de una purga que tenga el tanque. Otra ventaja de esta localización es que, si falla el separador de humedad, el tanque húmedo almacenará el exceso de condensados en el fondo del tanque en lugar de un trabajo excesivo que realizaría el secador en condiciones de alta temperatura y humedad. También al colocar el tanque húmedo justo después de la descarga del compresor puede ser una solución para reducir los ciclos de compresión.

Una desventaja de colocar sólo un tanque de almacenamiento antes del secador y filtros tiene relación con la capacidad que tiene el secador. Normalmente los secadores están dimensionados acorde al caudal de aire de los compresores. Sin embargo, cuando se tiene un “pico” o una demanda repentina de aire comprimido que excede la capacidad del compresor, una porción del aire comprimido provendrá del almacenamiento, lo que ocasionará que haya un flujo mayor que la capacidad del compresor y por ende también del secador que esté dimensionado al flujo del compresor. Esto ocasionaría que el secador no pueda realizar su función permitiendo que pase humedad a la línea de aire.

Caso contrario, cuando tenemos sólo un tanque de almacenamiento después del secador y filtros, este problema con los “picos” en la demanda no ocurriría; pero tampoco tendríamos los beneficios para el secador de enviarle un caudal que se ha sido enfriado previamente y que se le ha removido una porción de los condensados. Esto no deja mucho margen de maniobra cuando tenemos un exceso de temperatura y humedad. Otra desventaja de un tanque después del secador es que la caída de presión que genera el secador y los filtros ocasiona que el almacenamiento sea menos efectivo para mantener ciclos de compresión adecuados. Por ejemplo, si tenemos un compresor de tornillo con un ciclo de carga / descarga con un diferencial de 10 psi, tenemos que considerar que el secador puede tener un diferencial de presión de 4 psi y los filtros otros 3 psi; que combinados son 7 psi de caída de presión, reduciendo los ciclos de carga y descarga a una banda de 3 psi. Sin duda que este factor hace que nuestro sistema pierda eficiencia ya que el compresor estará realizando 3 veces más ciclos de compresión, todo esto debido a la caída de presión que inevitablemente involucra el secador y filtros.

Dicho todo esto, podemos concluir que el mejor escenario es tener tanques de almacenamiento antes y después del secador y filtros. Es importante que el tamaño del tanque húmedo que será colocado antes del secador y filtros sea de un tercio del tamaño del tanque seco. Por ejemplo, si tenemos instalado un tanque seco después del secador de 1,500 litros, el tanque húmedo recomendado sería de 500 litros. De esta manera contra restamos el problema del diferencial de presión del secador y filtros, enviando al secador un aire previamente enfriado.

Tener tanques húmedos y secos bien posicionados y dimensionados nos ayuda hasta cierto punto a promediar el flujo del aire comprimido, dando como resultado cargas excesivas de trabajo para el secador.

Si ya tenemos nuestro sistema con tanques húmedos y secos es importante no olvidar equiparlos con drenes automáticos o drenes neumáticos cero pérdidas, además de válvulas de cierre y drenado manual.

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